Según la dimensión temporal del proceso:
- Producción continua: la producción se realiza sin interrupción. Parar el proceso de producción es muy costoso (Ej. refinerías, altos hornos). También se incluyen los procesos productivos masivos de fabricación en línea (Ej. fabricación de automóviles, fabricación del papel, fabricación de televisores). Las exigencias de continuidad no son tanto de carácter técnico sino de carácter económico.
- Producción intermitente: la producción no requiere continuidad y las interrupciones no plantean problemas técnicos ni de costes.
- Producción por encargo: la empresa espera que le soliciten un producto para elaborarlo.
- Producción para el mercado: la empresa produce para los consumidores en general.
Según la razón que provoca la producción:
- Producción por órdenes de fabricación: se produce para el mercado.
- Producción para almacén: se produce para mantener el nivel de los inventarios en el almacén. Esta producción no es posible en el caso de los servicios.
Según el grado de homogeneidad y estandarización del producto:
- Producción artesanal: cada producto tiene sus propias características, se fabrican individualizadamente, ofrece una mayor adaptación a las exigencias del cliente.
- Producción en serie o en masa: se produce gran cantidad de productos iguales.
Según las distintas combinaciones de factores de producción (tecnología):
- Producción manual: en este tipo de producción, el factor humano proporciona tanto la fuerza como el manejo de las herramientas. Supone un esfuerzo físico importante para el trabajador y el producto obtenido no suele ser homogéneo. En algunos sectores, la etiqueta "hecho a mano" es síntoma de calidad y por tanto muy apreciada.
- Producción mecanizada: en ella son las máquinas quienes proporcionan la fuerza, pero es el hombre el que maneja los útiles y las herramientas. El trabajador no realiza tanto esfuerzo físico como en la producción manual, pero tiene que manejar las máquinas.
- Producción automatizada: en ella las máquinas proporcionan la fuerza y además controlan otras máquinas y herramientas, de forma que el hombre se limita a programar y a supervisar los aparatos mecánicos. Este tipo de producción permite crear sistemas de fabricación tan flexibles, que se pueden adaptar rápidamente a la elaboración de productos distintos.